jueves, 29 de octubre de 2009

Índice

Hola que tal colegas. Sé que al dejarles un tentivo índice de mi trabajo de tesis a estas horas del jueves (10:40 pm) no será provechoso, pues imagino que la mayoría de ustedes ya no encenderá más por este día la computadora. Bueno, de todas maneras lo escribo con el ánimo de que algún trasnochado lo lea para mañana jajajajaja. Que tenga suerte pues.

Índice:

1. "Las Consideraciones Intempestivas" dentro de la obra de F. Nietzsche.
1.1. El espíritu de las "Intempestivas"
1.2. El nacimiento de la tragedia y los escritos sobre los filósofos presócraticos como antecedentes de las "Intempestivas".
1.3 Las "Intempestivas" y las conferencias" "Sobre el porvenir de nuestra escuelas".
1.3. La relación de Nietzsche- Richard Wagner.
1.4. La relación Nietzsche con la obra de A. Schopenhauer.

2. La "Tercera consideración intempestiva": Schopenhauer como educador
2.1. La relación de la "Tercera intempestiva" con las demás "Intempestivas"
2.2 Schopenhauer es un educador
2.2.1. El heroísmo por la verdad: el compromiso del verdadero filósofo
2.2.2 El estilo encomiable de Schopenhauer
2.2.3. Los peligros de los que salió victorioso Schopenhauer
2.2.4 Schopenhauer como modelo de una actitud "intempestiva"
2.3 El genio filosófico de Schopenahuer frente al Estado
2.3.1 La cultura frente al Estado: el fin más alto de la cultura es la procreación de genios
2.3.2. El Estado no busca la verdad sino la utilidad
2.3.3 El Estado y la filosofía
2.4. El filosofar verdadero de Schopenhauer frente a los filósofos de de universidad

3. Conclusiones

miércoles, 21 de octubre de 2009

Estimados colegas

Para la sesión del viernes 23 del Seminario intentaré lanzar de nueva cuenta un posible tema para mi tesis.
A lo largo del poco tiempo que llevamos con el Seminario han surgido dentro mí preocupaciones de índole teórica diversas. En un principio les exprese el deseo de realizar una investigación en torno a el libro de F. Nietzsche "Así hablo Zaratustra". Ese deseo es permanente, sin embargo, considero que aún no logro tener un comprensión satisfactoria del mismo, aún cuando lo haya leído en varias ocasiones. Confienso que creí que sería una empresa con menor dificultad. No obstante, he seguido mi singular asombro por F. Nietzsche por medio de otros textos. Entre ellos se encuentran su "Tercera consideración intempestiva: Schopenhauer como educador". También continuó con atención la lectura recomendada por Ricardo de la biografía de Nietzsche realizada por Rüdiger Safranski. Quizá por medio de ella pueda orientar alguna de las inquietudes que tengo.
De la "Tercera consideración intempestiva" me gustaría hablarles el próximo viernes, pues existe dentro de ella un aspecto que me resulto inquietante y atractivo para una investigación de tesis: a partir del recuerdo de la figura de A, Schopenhauer Nietzsche propone el compromiso y la condición vital que deberá asumir el verdadero filósofo. Por medio de Schopenhauer Nietzsche tratará de establecer un "ethos" para aquel que se precie de ser considerado un amante de la búsqueda desinteresa de la verdad.
Por supuesto que el viernes profundizaré más esta idea. Yo creo que bastaran unos 45 min de la clase o menos para hacerlo, y dar pasó a los demás compañeros.
Un saludo a tod@s.
Abraham Gorostieta

martes, 20 de octubre de 2009

judith

olviden la entrada anterior porque no les va a dar acceso. En ese texto encontraran los pasajes específicos que abarcará mi exposición, pero, repito, no es obligatorio que lo lean si no tienen tiempo.http://judith23.wordpress.com/files/2009/10/la-epoca.doc

Judith

Lectura no obligatoria para mi exposición.http://http://judith23.wordpress.com/files/2009/10/la-epoca.doc

martes, 13 de octubre de 2009

Lectura para la sesión del 16 de octubre

Hola a todos. Pido una disculpa por no haber dejado el archivo previamente. Sólo quiero que lean una parte del Apéndice del Vol. I del mundo como voluntad y representación. Eso no excluye que lean más si tienen tiempo.

Expondré el problema que Schopenhauer ve en la caracterización kantiana de la intuición.
He decidido delimitar mi tesis al problema de la intuición empírica. Posteriormente enviaré el índice tentativo.

Aquí están los vínculos:

Selección del Apéndice en Word

Selección del Apéndice en Pdf

El mundo como voluntad y representación Vol. I en Word.

Asimismo, les aviso que si deciden empezar con la exposición y no con el proyecto de Manuel Amaranto me tendrán que esperar hasta las 10: 10 am.

Nos vemos el viernes.

jueves, 8 de octubre de 2009

Nuevo proyectode tesis Manuel Amaranto Gonzalez Rubio

Bachelard y el desarrollo de su fenomenología.

Un proyecto de tesis, es la proyección de un futuro posible de entre muchos, en ese sentido el presente proyecto busca señalar un camino, el camino que aquí muestro con la pequeña lámpara de mi conciencia no es mas que uno entre muchos y por cierto uno con muchos baches, topes innecesarios, remendadas y demás.

Teniendo en cuenta esta analogía, les invito a mirar este texto como introducción del tipo

“así de pedrajoso esta el camino” y les pido de una manera seudo humilde que si mi descripción del camino no está clara, se me exija como el ciego le exige a su la lazarillo que la descripción del camino pedrajoso no sea tan pedrajosa.

Por esta razón he decidido que mi tesis sobre la fenomenología de Bachelard tenga por dirección dos señalamientos, el primero es mostrar las razones o argumentos por los que Bachelard considera a la conciencia como una unidad de facultades y el segundo mostrar los argumentos que diferencian la psicología freudiana de la psicología de Carl Jung, esto es por que la psicología de Carl Jung es una de las principales influencias en la fenomenología de Bachelard.

De manera general voy hacer una descripción de las dos vertientes anteriormente señaladas.

La primera es por que para Bachelard, la racionalidad no puede trabajar sin la facultad de la imaginación; el método, el rigor, los argumentos, los sistemas filosóficos mismos son un trabajo imaginativo, los giros en las concepciones no son sólo un quehacer de la razón, esta facultad organiza y organizar también es un trabajo imaginativo.

Poner de arriba hacia abajo o de abajo hacia arriba, de manera circular o de manera lineal incluso en forma de espiral el desarrollo de un concepto es un trabajo tanto de la facultad de la razón cómo de la facultad de la imaginación.

Lo anteriormente señalado no quiere decir que la imaginación desbanque de un solo tajazo a la razón, lo que realmente significa es que la conciencia más que ser organizada por la facultad organizadora de la razón y tener de esta manera una estructura clara y distinta (espacio, tiempo y diez categorías); es la conciencia un todo unitario y complejo, en el que el desarrollo de una facultad implica el trabajo de todas las demás facultades.

Esto tampoco quiere decir que la modernidad o el idealismo alemán se hayan olvidado de la imaginación, sino que en su preocupación por el rigor y la organización racional no le dieron un tratamiento totalmente adecuado.

Para Bachelard el mejor punto para analizar fenomenológicamente el trabajo hombro con hombro de la razón y la imaginación es el del trabajo poético.

“el conocimiento del mundo real exigiría investigaciones fenomenológicas complejas. Los mundos soñados, los mundos de la ensoñación diurna , si se esta atento competen a una fenomenología verdaderamente elemental. De este modo hemos llegado a pensar que hay que aprender fenomenología mediante la ensoñación.”1

Esto es por que en la poesía hay un desarrollo del lenguaje y en ese sentido hay un cierto orden racional pero también hay un trabajo imaginativo que no sólo se basa en la inspiración.

En el Segundo aspecto la filosofía de Bachelard se presenta frente a la psicología freudiana y se basa principalmente en la búsqueda de arquetipos desde la psicología de la profundidad de Carl Gustav Jung.

La diferencia dela fenomenología de Bachelard frente a la teoría psicológica onírica de Freud radica en que para el es necesario analizar no el inconsciente manifestado en los sueños o en el onirismo, que bien podría ser un trabajo de asociación irracional de imágenes sino en el trabajo creativo y de convivencia poderosa de la razón y de la imaginación en la ensoñación poética.

Esto se debe a que para Bachelard la poesía es una metafísica instantánea pues denota en pocas palabras un cosmos un mundo y un modo de ser “la poesía es una metafísica instantánea . Ella debe dar, en un breve poema , una visión del universo, y el secreto del alma, un ser y cosas, todo a la vez.”2

La psicología arquetípica de Carl Jung es un punto de partida para desvelar el ser que se encuentra en la poesía; son los arquetipos figuras o símbolos culturales que encuentran su cabal expresión en el trabajo de la ensoñación de los poetas.

Como se puede ver ambos señalamientos se dirigen hacia el análisis de la poesía como un trabajo racional imaginativo que puede desvelar un modo de ser mediante los arquetipos.

Este es pues el fin de la tesis mostrar por estas dos vías el desarrollo del método fenomenológico en la actividad poética desde la perspectiva de Gaston Bachelard.

Citas.

1.-Gaston Bachelard. La poética de la ensoñación. FCE . 1982 Pág. 29

2.-______________ La intuición del instante. Pág. 115

Esbozo de Tesis

Anteriormente había publicado en el blog que mi tesis sería acerca del papel de las ideas platónicas en la filosofía de Schopenhauer; este tema ha quedado abandonado por parecerme de poca relevancia filosófica. Ahora publico el presente escrito para avisar y en parte bosquejar el nuevo tema de tesis: el absurdo o irracionalismo en Schopenhauer. Escogí tal tema porque pienso que, además de resultar interesante para la filosofía del siglo XX y contemporánea, se trata del rasgo propiamente principal de la propuesta schopenhaueriana.
Con demasiada frecuencia se ha resaltado la veta pesimista en el pensamiento de Schopenhauer, lo cual constituye una visión simplista de las ideas de dicho autor, visión que ha llevado a descalificarlo de antemano, sin reparar o sin querer hacerlo en la verdadera profundidad de su sistema, que radica más bien en su afirmación irracionalista. En palabras más sucintas, se ha pensado que Schopenhauer afirma que el mundo es absurdo porque es malo, cuando en realidad se trata de lo contrario: que el mundo es malo porque es absurdo. Sin embargo, la primera aseveración –que es malo-, la considero más bien una toma de posición frente al mundo mismo, toma de posición que en todo caso no tiene por qué ser definitiva ni necesaria para todos los seres humanos que paren mientes en la segunda afirmación, según la cual el mundo es absurdo. Así pues, no es disparatado afirmar que, aunque el mundo sea absurdo, no por esto tiene que ser malo. Esta afirmación no pretende contravenir el pesimismo por el simple afán de contravenir, sino que busca plantear una ética distinta a la schopenhaueriana que, por lo demás, se limita a repetir el cristianismo y, por tanto, puede resultar impracticable en nuestros días –incluso en los días de Schopenhauer, pero en fin. Entonces, el irracionalismo no es lo que está trasnochado en la filosofía schopenhaueriana, sino su ética de la negación de la vida y de la culpa por la existencia. Por supuesto, una respuesta en este sentido al filósofo mentado la representa el vitalismo nietzscheano, que en principio no niega el irracionalismo, pero tampoco cae, ni por error, en el optimismo ramplón ni en el pesimismo constrictor.
De lo dicho se infiere que, si destacamos con suficiente claridad en qué radica el irracionalismo schopenhaueriano, nos quedaremos con lo propiamente actual de su filosofía y podremos abrir camino para pensar en las alternativas al pesimismo. La pregunta explícita es la siguiente: ¿qué podemos hacer nosotros si vivimos en un mundo que no tiene una racionalidad ni sentido últimos?
Para poder tratarla, antes se debe delimitar con precisión en qué radica el irracionalismo en los distintos niveles, metafísico y fenoménico. Luego se debe examinar qué consecuencias para la existencia propiamente humana acarrea el irracionalismo que encontremos en los dos niveles mencionados.
Esbozo breve de estructura

1) El mundo como representación
a) El fenómeno
b) La interdependencia sujeto-objeto
c) La etiología y la morfología
d) Fuerzas fundamentales del mundo fenoménico como los primeros principios –inexplicables- de las ciencias
e) Irracionalismo fenoménico, patente por la inexplicabilidad de las fuerzas fundamentales del mundo fenoménico.
2) El mundo como voluntad
a) La voluntad como entidad trascendental al mundo fenoménico
b) Los niveles de objetivación de la voluntad
c) Los niveles inferiores de objetivación de la voluntad como primeros principios de los cuales parte la ciencia
d) La voluntad omniabarcante
e) Descripción de la voluntad
f) La voluntad como finalidad sin fin en sí misma y como querer sin posibilidad de satisfacción
g) La voluntad como absurdo
3) Existencia humana
a) Consecuencias del irracionalismo fenoménico –modernidad, progreso.
b) Consecuencias del irracionalismo metafísico –ética de la negación, de la afirmación.
4) Conclusiones
a) Alternativas al pesimismo o vitalismo, si es que hay alguna.


Bibliografía leída:

Schopenhauer, Arthur. El mundo como voluntad y representación. Barcelona, FCE, 2005. Vol. I.

Roset, Clément. Escritos sobre Schopenhauer. Pre-Textos.

El Irracionalismo (no recuerdo editorial, autor, ni año, pero la agregaré cuando la investigue).

Bibliografía por leer:

Schopenhauer, Arthur. El mundo como voluntad y representación. Vol. II

Simmel, Georg. Schopenhauer y Nietzsche.

miércoles, 7 de octubre de 2009

reformulación de proyecto de tesis

Juan Alberto Bastard Rico.
Tema: Identidad entre idealismo y realismo en Hegel. Un análisis desde su Filosofía de la Naturaleza.

De antemano, pido disculpas por la tardanza, pero estuve durante todo este tiempo, pensando y trabajando la reformulación de mi tesis, la cual les presento en seguida en forma de un pequeño ensayo. Espero comentarios y críticas al respecto en el curso y ojalá esta ocasión quede más explícito y ya no tan vago como mi proyecto anterior. Si aún así, no queda algo claro, háganmelo saber. El ensayo está un poco más largo, son cinco o seis cuartillas en formato "word", pero precisamente lo hice así para explicar más a fondo la cuestión de mi nuevo proyecto de tesis; sin embargo, y aún cuando ya presento hasta cierto punto una estructura de mi tesis, esto es sólo un esbozo, una presentación informal que bien podría sufrir modificaciones de necesitarlo. Pues saludos cordiales a todos los del curso, y les dejo con mi ensayo:

“¿Existimos porque pensamos o pensamos porque existimos?”, ésta es una de las cuestiones que arrojó la afirmación cartesiana “cogito, ergo sum (pienso, luego existo)”. Y dentro de tal cuestión encontramos dos posturas correspondientes a dos vertientes filosóficas que aparentemente se contraponen: el idealismo y el realismo. A grandes rasgos, el realismo cree que hay una realidad externa al sujeto, una realidad independiente del sujeto que la conoce, y es el sujeto quien recibe información de su objeto de conocimiento. Por su parte, el idealismo, proveniente del racionalismo kantiano, si bien no niega la existencia de una realidad externa[1], sí cree que ésta es totalmente incognoscible, por lo que lo único que el sujeto cognoscente puede conocer es el objeto tal y como se le aparece, es decir, el objeto para-sí; diríamos pues, lo único que el sujeto conoce son sus propias estructuras mentales al ser él quien construye su propio objeto de conocimiento. Otra manera de ver esta supuesta oposición es: por una parte, para el idealismo, son las ideas las que determinan lo real; y por otra parte, para el realismo, es la realidad externa la que determina a las ideas. Volviendo a la pregunta que abre este breve ensayo, para el idealismo, lo que existe es pensado, y existe justo por esto mismo, porque es pensado; para el realismo, si pensamos es porque estamos insertos en una realidad ya dada, es porque nuestra existencia está inserta en una realidad ya existente que se da a pensar, pero que no necesariamente tiene que ser pensada para existir, más bien, la realidad determina al pensamiento.

Hasta aquí es cierto que en ambos casos hay un sujeto cognoscente, un sujeto individual que piensa, ya sea que tome una postura más bien activa que pasiva y sea él quien por medio de su pensamiento determine lo real (idealismo), o ya sea que tome una postura más bien pasiva que activa y que su pensamiento sea determinado por lo real externo a él (realismo).

Hegel ha sido considerado como el más grande idealista en la filosofía, y una de las críticas más famosas a su idealismo absoluto es la crítica materialista de Marx que va muy apegada a la postura realista, y enuncia que no son las ideas las que determinan la realidad, sino que es la realidad material la que determina las ideas y la forma de pensar de la humanidad. El desarrollo del espíritu de una comunidad, depende pues de las estructuras materiales de una época histórica. Y aquí es donde surge pues, una pregunta, la cual fungirá como el eje de lo que pretendo como mi tesis: ¿podemos decir realmente que son las ideas, o mejor aún, la Idea absoluta la que determina la realidad, según atribuye Marx a Hegel? Para dar una respuesta a esta pregunta, llevaré a cabo en mi tesis un trabajo de análisis de la filosofía hegeliana, enfocándome principalmente en su filosofía de la Naturaleza, la cual me aportará muchos elementos para esta tarea, además de destacar la importancia de un campo no tan estudiado en la filosofía de Hegel, tal vez por ser el menos trabajado por el filósofo alemán: la Naturaleza. Sin embargo, la Naturaleza juega un papel importante en el sistema hegeliano, que hay que desentrañar y rescatar. Para esto, pretendo dividir mi tesis en dos partes: la primera, donde explicaré qué es para Hegel la Naturaleza; y la segunda, el papel que juega la Naturaleza en las tres manifestaciones del Ser o la Idea, en las cuales llega el Ser a saberse a sí mismo, llega justo a la Idea de sí mismo: la religión, el arte y la filosofía. Esbozaré en seguida brevemente lo que más profundamente llevaré a cabo en mi tesis.

Primera parte: ¿Qué es la Naturaleza para Hegel?:

En su Ciencia de la lógica, Hegel tratará al Ser “como a Dios antes de la creación”, según nos dice, es decir, al ser en tanto que ser y no en tanto que ente, el ser en-sí, en su abstracción. Lo que se presenta como lo contrario al ser es la nada, la nada es pues, la negación del ser, su antítesis. Pero esta nada es aparentemente lo contrario al ser, aparentemente se excluyen, pues el ser como ser en-sí se presenta, según Hyppolite, como pensamiento, un pensamiento que no piensa nada justo porque está ensimismado. El ser cae en la nada, por lo que debe superar esta identidad con la nada, debe superar su aparente negación. En esa superación se da el devenir, el devenir como síntesis del ser y la nada, devenir en el cual el ser se afirma. Explicándolo con la Enciclopedia de las ciencias filosóficas, el ser deviene otro, se altera, se da la alteridad. El ser deviene Naturaleza. El ser se hace real, deviene realidad, realidad que se juega entre el ser y la nada.

La Naturaleza se muestra como vida, como realidad. La Naturaleza tiene entonces ya un sentido de ser, el sentido del ser, aún sin sujeto, aún sin conciencia. Pero el sentido está precisamente en-sí, enajenado, alienado en la Naturaleza, hay que rescatar ese sentido. Hegel distingue tres campos que abarca toda la Naturaleza: a) la mecánica, que considera el espacio y el tiempo como exterioridad abstracta y la relación de éstos con la materia y el movimiento como exterioridad aislada; b) la física, que comprende las propiedades de la materia y como éstas propiedades funcionan como principio de individuación de la materia, y c) la orgánica, que comprende la determinación de la subjetividad en organismos geológicos, organismos vegetales y organismos animales. El hombre está comprendido en este último campo. Ahí, el ser deviene conciencia, conciencia humana. El ser logrará, por medio del hombre, la conciencia de sí; en el hombre, el ser logrará saberse, re-encontrarse; devendrá espíritu. Logrará llevar su propio sentido a la Idea. El hombre, dice Jean-Luc Nancy, se apropia del sentido, y en este apropiarse del sentido ya dado y enajenado en la Naturaleza, el hombre le da sentido a su existencia.

En resumen, la Idea, que guarda identidad con el ser, al devenir su otro, es decir, Naturaleza, determina a ésta, la da un sentido de ser. Tenemos justo aquello de lo que Marx acusaba a Hegel: la Idea determina la realidad. Pero esta Idea que se extraña a sí misma en la Naturaleza, que extraña y enajena su propio sentido en la Naturaleza, se buscará a sí misma y se re-encontrará en la conciencia humana cuando ésta rescate y se apropie de dicho sentido. La Idea pues, hará su manifestación a través del hombre y su actuar en el mundo, re-encontrándose, pero ahora más enriquecida, con un conocimiento más alto de sí. Diremos pues, la realidad ha determinado ahora a la Idea. Y este proceso es infinito y una mutua retroalimentación infinita. La Idea determina a la realidad, pero a su vez, esta realidad determinada y por tanto transformada, determinará a la Idea para que ésta logre siempre un conocimiento más rico de sí. Ahora bien, la Idea o el ser, tiene tres formas de autoconocerse por medio del sujeto humano, según su manifestación ya sea en la religión, en el arte o en la filosofía.

Segunda parte: el papel de la Naturaleza en las tres manifestaciones del Ser o la Idea:

-En la religión. La conciencia humana intuye en la Naturaleza una fuerza que le trasciende. Comenzará a ver a esa fuerza poderosa como divinidad o Dios, un dios que se le presenta siempre en cada cosa de la Naturaleza. Aquí la Idea se manifiesta como representación, la representación de un dios o divinidad. El hombre hace religión y crea cultos e himnos.
-En el arte. Puede considerársele dentro de la religión como Hegel lo hace en su Fenomenología del espíritu. Sin embargo, lo consideraré más como una manifestación aparte de la Idea, la “manifestación sensible de la Idea”. El hombre transforma la materia (la Naturaleza) y hace aparecer a la Idea como lo bello.
-En la filosofía. La Idea se manifiesta aquí como concepto. La filosofía, como el búho de Minerva, siempre vuela al atardecer. Llega pues, para reflexionar sobre las otras manifestaciones de la Idea, a saber: en la religión y en el arte. La filosofía reflexiona pues, sobre la realidad, llega para reflexionar todo aquello que se le presenta ante sí. La Idea aquí se reflexiona a sí misma. Pero tal reflexión no puede llevarse a cabo si antes no se ha dado la sensación. El filósofo se enfrenta a la realidad, a la Naturaleza, la cual le transmite por medio de la sensibilidad el sentido del ser, de la Idea, dicho sentido que será apropiado y reflexionado por el filósofo llevándolo a concepto.

El ser que, como ya había mencionado, es pensamiento, lo que hace en estas sus tres manifestaciones, es pensarse a sí mismo. Y en este pensarse a sí mismo a través de estas tres manifestaciones, está siempre transformándose. La Naturaleza como la escisión o la alteridad del ser, como el ser otro de la Idea, es por tanto pensamiento, pensamiento que penetra a la conciencia humana. El pensamiento se transforma y se determina al pensarse a sí mismo. La Idea, que es ser y pensamiento, transforma y determina a la realidad, a la Naturaleza que es pensamiento; y a su vez, la Naturaleza como pensamiento determina y transforma a la Idea. No hay pues idealismo sin un realismo, pero tampoco hay un realismo sin un idealismo. Hay identidad entre idealismo y realismo: ambas cosas son pensamiento. Es esta la conclusión a la cual llegaré en mi tesis, en donde se visualiza ya una pérdida de la subjetividad: ya no es un sujeto individual el que piensa, sea ya este sujeto quien construya su propio objeto de conocimiento, sea ya que una realidad externa determine su propio pensamiento. Aquí más bien, es el pensamiento el que se piensa a sí mismo, pensamiento que es el ser mismo, pensamiento que es realidad, Naturaleza, trascendencia inmanente. Es el ser que trasciende siempre a su propia manifestación, a su propio ser otro, pero que no es ajeno a este su ser otro. El hombre aquí ya no es quien construye lo real, pero tampoco esa realidad le es externa y totalmente independiente: hay identidad entre sujeto y objeto, ambos son ya pensamiento, un pensamiento que es siempre más que cualquier sujeto y que cualquier objeto. Sí hay pues una realidad externa al hombre, pero el hombre es ya parte de esa misma realidad y con esa realidad debe confundirse para crear, debe saberse parte de la totalidad, de lo Absoluto. Y al crear, sea arte, religión o filosofía, está ya transformando al mundo, transformando la realidad, y a su vez, esa realidad estará ya transformando también a la Idea y por tanto a la ideología humana. Por eso Hyppolite dirá que “cuando Marx escriba un buen día: "Hasta el momento los filósofos no han hecho más que interpretar el mundo; ahora de lo que se trata es de transformarlo", no será totalmente infiel al pensamiento hegeliano.”[2]

La razón aquí, ya no es tampoco la razón de un sujeto individual cognoscente -entendiendo sujeto en el sentido moderno-, sino que es la razón de ser de todo lo real, la razón del ser, de la Idea, del pensamiento. Regresando a la pregunta inicial, pero modificando su fórmula quitándole los elementos subjetivos, concluyo que todo cuanto existe piensa, y aquello que piensa tiene existencia real. Así entiendo entonces cuando Hegel dice que "todo lo real es racional o todo lo racional es real".

Bibliografía básica:

Hegel, Enciclopedia de las ciencias filosóficas.
-------, Ciencia de la lógica.
-------, Fenomenología del espíritu.
-------, Propedéutica filosófica.
-------, Lecciones sobre estética.
Jean-Luc Nancy, Hegel. La inquietud de lo negativo.
Jean Hyppolite, Génesis y estructura de la Fenomenología del espíritu de Hegel.
Ernst Blonch, El pensamiento de Hegel.
Armando Segura, Logos y praxis.
Benedetto Croce, Lo vivo y lo muerto de la filosofía de Hegel.
Jacques D’Hondt, Hegel y el pensamiento moderno.
Amelia Podetti, Comentario a la Introducción a la Fenomenología del Espíritu.

Aparte de los intérpretes de Hegel, estaré también considerando a lo largo de la tesis obras de filósofos anteriores a Hegel y posteriores que me ayuden a clarificar algunas ideas del pensamiento hegeliano, ya sea porque fueron grandes influencias para Hegel como los Presocráticos, Aristóteles, Kant, Spinoza y más aún los Románticos para esta concepción de la naturaleza –y aquí revisaré también las Lecciones sobre la historia de la filosofía de Hegel, para rastrear los elementos que Hegel, en su propia interpretación de la historia de la filosofía, toma de filósofos precedentes a él-, o ya sea porque son filósofos que tienen una gran influencia hegeliana como el caso de María Zambrano.



[1] Podríamos decir que una excepción a esto es Berkeley, para quien todas las cosas no son más que meras ideas (en la mente de Dios).
[2] Jean Hyppolite, Génesis y estructura de la Fenomenología del espíritu de Hegel, [trad. de Fco. Fernando Buey], Península, Barcelona, 1974, p. 541.

martes, 6 de octubre de 2009

...

Una disculpa por la tardanza en la publicación de este aviso. La exposición que daré acerca de los conceptos de trascendencia e inmanencia, tal como aparecerían en su sentido tradicional dentro de mi tesis, se llevará a cabo citando pequeños pasajes de algunos libros que yo mismo llevaré a la clase, por lo que no es necesario que lean nada. Será claro, espero, gracias a estos pequeños pasajes, la significación de los conceptos.
David Montes de Oca

domingo, 4 de octubre de 2009

PRÓXIMAS EXPOSICIONES

Está son las exposiciones que habrá para las próximas clases:


1. Libertad de expresión. Revisar el 2º capítulo, especialmente la parte final, de Sobre la Libertad [On Liberty] de Stuart Mill. El texto se puede consultar en línea en: http://www.earlymoderntexts.com/mill.html

2. Introducción al concepto de duración y el problema de la espacialización del tiempo. Revisar "Introducción. Primera parte", es uno de los ensayos de El pensamiento y lo movible de Bergson. Es la primera de las dos introducciones que aparecen.

3. Representaciones intuitivas: Planteamiento kantiano y la solución de Schopenhauer. (El texto requerido se subirá a la página posteriormente)

4. “La época de la imagen del mundo” (ciencia, la verdad y el sujeto modernos).
Leer “La época de la imagen del mundo" en Caminos del Bosque de Heidegger. El texto se puede consultar en línea en: http://web.archive.org/web/20071103103907/www.heideggeriana.com.ar/