miércoles, 25 de noviembre de 2009

naturaleza como devenir en Hegel

Juan Alberto Bastard Rico
Consideraciones filosóficas en torno a la concepción hegeliana de la naturaleza. Hacia la demostración de una identidad entre realismo e idealismo.

Hola compañeros!

Debido a la magnitud de mi proyecto de tesis que había presentado anteriormente, a saber, identidad entre realismo e idealismo en Hegel haciendo un análisis de su filosofía de la naturaleza, he decidido quedarme sólo con la primera parte, la que refiere específicamente a la exposición de la filosofía de la naturaleza, pero dejando abierta la línea para la continuación de dicha investigación.

El objetivo de mi tesis de licenciatura será pues, más que exponer la filosofía de la naturaleza de Hegel, poner de manifiesto consideraciones que apoyen lo que se pretende como un trabajo a largo plazo: la demostración entre idealismo y realismo en Hegel. No será tampoco analizar profundamente las discusiones que en esta segunda parte de La enciclopedia de las ciencias filosóficas lleva a cabo Hegel con científicos –físicos y biólogos- de su época o anteriores al respecto de la naturaleza. Será más bien, rastrear y seguir lo que Hegel llama como la enajenación o extrañamiento de la Idea (o ser) en la naturaleza en un proceso dialéctico que comienza por lo mecánico, pasando por lo físico y llegando a lo orgánico, allí donde la naturaleza es vida, donde la Idea se presenta como ser viviente, allí donde la Idea se prepara para salir de su enajenación y su extrañamiento y retornar a sí. El objetivo de mi tesis será analizar esta concepción hegeliana de la naturaleza que, aunque filosófica, va muy apegada a la concepción científica-positiva (ya sea para aceptarla o rechazarla) y en donde Hegel se encuentra en discusión con Newton, Kepler, Spallanzani, Cuvier y el Aristóteles científico, teniendo en cuenta –como ya mencioné- que, aunque es de importancia considerar tales discusiones –que para Colomer son fantasías que violentan los hechos reales-, no será más relevante que considerar este proceso dialéctico de la Idea enajenándose en la naturaleza, misma en la que surgirá como último peldaño el hombre como conciencia.

Entonces se podrá posteriormente avanzar a lo que contemplaba como la segunda parte de mi tesis, en la que pretendía analizar el papel que juega la naturaleza en las tres manifestaciones de la Idea, a saber: el arte, la religión y la filosofía. En esta parte en donde se puede ver una concepción de la naturaleza ya no cientificista sino más bien romántica, que viene desde la Crítica del juicio de Kant y que se desarrolla en el movimiento filosófico romántico con pensadores como Novalis, Schelling, Schiller y Hölderlin por mencionar algunos. Sin embargo, esta segunda parte quedará por el momento pospuesta, ya que considero de suma importancia rescatar la visión cientificista-positiva que Hegel tiene de la naturaleza y que ayudará para desarrollar más profundamente esta segunda parte para finalmente lograr el objetivo final ya mencionado: demostrar la identidad entre realismo e idealismo.

Aclarado lo anterior, me permito dar en seguida un esbozo del tentativo índice a desarrollar en mi tesis de licenciatura –que va muy apegado a la división de los temas en Hegel- a la vez que presento los textos a trabajar para cada tema:

Introducción: la naturaleza como devenir (unidad del ser y la nada)*.
Capítulo 1: el proceso mecánico de la enajenación de la Idea en la naturaleza.
1.1: la Idea como espacio y tiempo.
1.2: la Idea como materia y movimiento.
1.3: la Idea como gravedad (movimiento libre).
Capítulo 2: la enajenación de la Idea en la naturaleza en el proceso de individuación.
2.1: la Idea como luz y los 4 elementos (individualidad universal).
2.2: propiedades de la materia (individualidad particular).
2.3: el devenir -relación- de los cuerpos (individualidad total).
Capítulo 3: la Idea como Dasein y vida en la naturaleza.
3.1: la enajenación de la Idea en el organismo geológico o mineral.
3.2: la Idea como organismo vegetal (subjetividad particular y formal).
3.3: la Idea enajenada en los organismos animales (subjetividad singular y concreta): hacia el encuentro de su propia libertad.
Conclusiones.


Los textos a trabajar para cada capítulo son:

Introducción: “Saber Absoluto” en Fenomenología; “La doctrina del ser” en Ciencia de la lógica.
Capítulo 1: “Primera sección de la filosofía de la naturaleza: la mecánica” en Enciclopedia de las ciencias filosóficas; “El mecanismo” en Ciencia de la lógica.
Capítulo 2: “Segunda sección de la filosofía de la naturaleza: la física” en Enciclopedia de las ciencias filosóficas; “El quimismo” en Ciencia de la lógica.
Capítulo 3: “Tercera sección de la filosofía de la naturaleza: la orgánica” en Enciclopedia de las ciencias filosóficas; “La vida” en Ciencia de la lógica.

Estaré revisando también algunos capítulos de las secciones "Determinación", "La apariencia (o sea: el fenómeno)" y "La realidad" en la Ciencia de la lógica.


*Es sabido que en la mayoría de las ocasiones la introducción a un texto es la presentación de lo que será expuesto en tal texto, pero tal presentación se vuelve más que nada un resumen de la totalidad del texto. Si se me permite –y será cuestión a discutir en clase-, aparte de hacer un resumen proyectivo de la tesis y más que esto, me gustaría introducir de la forma en como ahora se los presento brevemente (y que espero lo profundizaré en la clase), que es también una forma más de proyectar lo que pretendo ver en la tesis:

Hegel nos presentó en su Fenomenología el recorrido que el espíritu realizó desde la conciencia inmediata, es decir, un “yo” singular hasta el saber absoluto, ahí donde el espíritu conoce su verdad, donde se conoce a sí mismo y vuelve a sí. Y en este volver a sí, en este autoconocerse, el espíritu llega a una verdad de sí, tiene pues un saber absoluto, es decir, un saber válido para cada momento y en cada lugar, un saber que es ciencia, que capta la filosofía y que es expresado en La ciencia de la lógica. En este retorno a sí, al ser puro, al pensamiento puro, el espíritu nos muestra su verdad absoluta, siempre permanente, a saber: su eterno devenir.

Ahí de donde el espíritu partió para conocerse, de la inmediatez, es ahí donde retorna, a su propia inmediatez, pero después de realizado todo un desarrollo de mediación. El inicio es el fin, el pensamiento es inicio, medio y fin para la filosofía. A donde se llegó de ahí se partió: del puro ser. Este puro ser que es lo más indeterminado, igual a sí mismo, es el puro vacío: el ser cae en la nada. La nada pura que es lo más indeterminado, el vacío perfecto, sin contenido alguno. El ser es la nada. Ninguno en su pureza puede pensarse ni intuirse, por lo que en su pureza, tanto el ser como la nada no subsisten por sí mismos, necesitan de un tercero; la verdad del ser y la nada no está en ninguno de los dos sino que está en ese tercero que los determinará como existentes: el devenir.

El devenir es la síntesis inmanente del ser y la nada, es su verdad, en donde la indiferencia entre el ser y la nada se pierde: el ser determina a la nada y la nada determina al ser, porque el ser no es ser sin la nada y la nada no es la nada sin el ser. El ser y la nada se muestran diferentes y determinados uno al otro, traspasados, pero inseparados e inseparables. Es Heráclito (el devenir) frente a Parménides (el puro ser) y el budismo (la pura nada). De esta unidad entre el ser y la nada en el devenir se desprende todo, todo lo determinado, la existencia: así como de la unión entre la luz y la oscuridad surgen los colores, según nos dice Hegel. El ser puro y la nada pura no existen; el ser y la nada sólo existen como determinados y traspasados en el devenir. Y el ser traspasado, determinado y en este sentido mediado es ya existencia (Dasein). La Dialéctica lo que muestra pues, es la verdad del devenir.

El devenir es el eterno movimiento y proceso del nacer y el perecer, en donde en el nacer la nada se elimina y en donde en el perecer el ser se elimina. Es esta la verdad absoluta de la Fenomenología: “lo que el saber absoluto sabe es únicamente el movimiento de nacer y de perecer.”[1] El devenir es el equilibrio del nacer y el perecer, es tranquila unidad, dice Hegel. El devenir es lo único que siempre permanece.

En resumen, dice Hegel:

"El ser y la nada son lo mismo y por este ser lo mismo, ya no son el ser y la nada, y tienen ahora una determinación diferente. En el devenir eran nacer y perecer; en el ser determinado, entendido como una unidad determinada… son… momentos determinados de una manera diferente. Esta unidad constituye ahora su base; de donde ya no han de salir hacia el significado abstracto de ser y nada.”[2]

Digamos pues, que la naturaleza es esa unidad del ser y la nada en tanto que en la naturaleza el ser y la nada se determinan mutuamente y hacen surgir lo determinado, lo concreto, la existencia misma. Si se ha de hacer caso desde el principio al aspecto de una identidad entre realismo e idealismo en Hegel, será pues necesario tomar como cierta la consideración de Colomer, de que “la lógica presupone la filosofía de la naturaleza. Si la lógica es en verdad real y no pura fantasía, ha de ser verificada y realizada en las cosas […] Como estructura conceptual de la realidad la lógica ha de encarnarse en la naturaleza”[3] La lógica pues, como abstracción de lo más general de las cosas de la naturaleza, necesariamente lo expuesto ahí ha de coincidir con las cosas reales de la naturaleza. Y esto es porque la Idea o el ser se enajena en la naturaleza de donde será recuperada después por el hombre y por medio del hombre la Idea retorna a sí. Por esto es que la naturaleza, dice Hegel, es el ser otro de la Idea, pues la Idea pura o el ser puro es un ser vacío, un ser que es nada: en donde justo el ser es “la soledad sin vida”.

[1] Jean-Luc Nancy, La inquietud de lo negativo, [trad. De Juan Manuel Garrido], Madrid, Arena libros, 2005, p. 84.
[2] Hegel, Ciencia de la lógica, [trad. de Rodolfo Mondolfo], 2ª ed., Buenos Aires, Solar-Hachette, 1968, p. 98.
[3] Eusebi Colomer, El pensamiento alemán de Kant a Heidegger, tomo 2, 3ª ed., Barcelona, Herder, p. 369.

Nos vemos el próximo viernes!

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