miércoles, 24 de febrero de 2010

intro: estar-en-el-mundo y estar-en-casa

No he podido poner esto como un link a un archivo. la próxima les prometo ver cómo se hace eso. por lo pronto esto deberá bastar. les dejo lo que me gustaría que revisaran para mi próxima exposición. está corto.

Introducción: el estar-en-el-mundo y el estar-en-casa

A lo largo de la extensa evolución del pensamiento de Martin Heidegger, existe una cuestión que a pesar de ir formulándose de distintas maneras y a pesar de recibir ora una respuesta y ora otra, no obstante puede ser recogida en términos generales bajo la pregunta de si el hombre está esencialmente en casa o no en el Ser. Richard Capobianco, quien trata del tema de la relación primordial del Dasein con el Ser, lo expresa de esta manera: “Is Dasein primordially –that is, at the very core of its being- “at home” or “not at home” in Being?” La presente investigación intentará dar respuesta a esta pregunta yendo de la mano de tres textos tardíos de Martin Heidegger: “La cosa”, “Construir, habitar, pensar”, y “… ‘poéticamente habita el hombre’…”. No obstante, antes de poder emprender el camino se hacen necesarias ciertas aclaraciones introductorias.
En la pregunta de si el hombre está en casa en el ser, se parte necesariamente del inmediato dato fenomenológico de que, en primer lugar, existimos; y, en segundo lugar, ese existir nos viene dado en cada caso inmersos en un mundo. A diferencia de otros pensamientos, el de Heidegger jamás pone en cuestión ni la existencia propia del hombre ni la del medio del que se reconoce integrante, sino que más bien ambos son la evidencia dada que toma como punto de partida, no sólo para dilucidar la pregunta de si el Dasein está en caso o no en el ser, sino incluso como apertura de un horizonte de comprensión para la pregunta misma que interroga por el sentido del ser. Ahora, es imprescindible distinguir desde el inicio de esta investigación entre el estar-en-el mundo, como modo de ser del Dasein, y el estar-en-casa como manera en que puede manifestarse o no dicho modo de ser o constitutivo ontológico. El estar-en-el-mundo y el estar-en-casa son determinaciones que atañen a un mismo ente: el hombre; sin embargo, cada uno constituye un nivel distinto de determinación ontológica y debe ser comprendido en su especificidad. Perdonando de momento un laconismo extremo, puede señalarse que el primero opera directamente como modo existencial del hombre, es decir como modo en que su ser es desplegado en su existencia. El segundo, en cambio, se juega como una posibilidad que puede o no advenir en dicho modo existencial y que puede o no, por tanto, terminar permeando y dando forma al modo de ser del hombre. El estar-en-el-mundo es pues una noción mucho más fundamental en la ontología del hombre, y debe ser examinado antes de proceder al análisis del estar-en-casa. Efectivamente, para poder hacer verdaderamente inteligible la pregunta acerca de si existe una pertenencia al modo del hogar en el caso del hombre y su relación con el ser, y para poder en dado caso llegar a responderla, es necesario partir del hecho de que el estar-en-el-mundo constituye una de las estructuras fundamentales del hombre. Pero todo esto pide un tratamiento un tanto más detenido.
En la primera parte de Ser y tiempo, Heidegger se esfuerza por dilucidar el carácter y sentido de ese estar-en-el-mundo al que ahora nos volvemos. A la presente investigación no le es necesario recorrer todas las consideraciones y conclusiones ahí alcanzadas, sino que tan solo una visión general del tema –siempre y cuando nos cercioremos de que sea fidedigna- será suficiente para poder introducirnos de lleno en la pregunta que directamente nos incumbe. Revisemos brevemente, entonces, qué es propiamente lo que comprende la noción del estar-en-el-mundo, sobretodo poniendo especial atención a todo aquello que más pertinente pueda resultar en el posterior tratamiento de la pregunta sobre el modo de la relación entre el ser y el hombre y sobre si el primero se encuentra en casa en el segundo o no. El estar-en-el-mundo –sostiene Heidegger- mienta un fenómeno unitario que toca a todo Dasein en tanto tal. Ser-ahí (da-sein) es el nombre que Heidegger emplea para referirse al ser humano (a “ese ser que en cada caso soy yo” ) precisamente porque a todo ser humano ocurre que su ser se le presenta como una existencia inserta en un mundo. Por esta inserción se está entendiendo mucho más que solamente una ubicación fáctica-espacial. Que una cierta cosa –la mesa, por ejemplo, o el libro- esté-en-el-mundo quiere decir sencillamente que dicha cosa se encuentra ubicada dentro de cierto ámbito. Que el Dasein esté-en-el-mundo, empero, quiere decir mucho más que simplemente que el ente Dasein se encuentre ubicado dentro de tal o cual ámbito. Para el Dasein, en tanto éste es un ente de constitución muy peculiar y distinta al resto de los entes, el estar-en-el-mundo no constituye un mero categorial; es decir que no es una mera determinación descriptiva que precisa su relación física respecto al espacio universal. Más bien el estar-en mienta una constitución de ser del Dasein; en otras palabras, es un existencial del mismo, es la forma en que en cada caso se desarrolla su ser. Para comprender a fondo lo anterior es necesario que se tenga en cuenta en todo momento y de manera muy clara que el ser del Dasein le va en su existir. Dicho con otras palabras: el Dasein es aquél ente cuyo ser se juega en su existencia, se despliega y constituye mediante ésta. De este hecho primordial podemos por lo pronto resaltar dos implicaciones. La primera se refiere a la abierta y radical posibilidad que caracteriza el ser del Dasein. No hay una esencia del Dasein si por esencia se entiende una determinación ineludible que de antemano –o a priori- defina lo que el Dasein es. Más bien lo que éste sea se definirá por medio del cómo opere su existencia. Esencia del Dasein, por tanto, sólo es concebible si se da un paso hacia atrás y se piensa como determinación de posibilidad. Lo que pertenece a fortiori al ente que es el Dasein es el jugarse como una posibilidad óntica, y nada más, y nada menos. Segunda implicación que resulta del hecho de que el ser del Dasein se juegue en su existencia es aquella de que en su ser incumbe esencialmente el escenario en que exista, es decir: el mundo. Resuena aquí, por tanto, el linaje etimológico del vocablo ‘ex –istencia’, como ser-fuera-de-sí; ser abierto a algo más.Así pues, arribamos al hecho primordial de que la esencia misma del ente que es el Dasein, su ser esencial, se juega en su existir, en su estar abierto al mundo; en última instancia, pues, en su estar-en-el-mundo. El estar-en-el-mundo es por tanto una estructura fundamental del Dasein; una estructura que además de cierta manera está ya siempre vista por el Dasein de que en cada caso se trate, en tanto que éste, con su ser, está siempre ya dispuesto para la comprensión del ser. El Dasein –continúa Heidegger- está en el mundo porque su disposición ontológica hacia éste es la del cuidado, en el sentido del ocuparse-de. El ser del Dasein opera en su ocuparse del mundo, y sobretodo de ocuparse de sí en tanto abierto al mundo: la famosa Sorge heideggeriana. Nuestro ser se va en nuestra existencia, y esa nuestra existencia es, como ya se ha dicho, un ser-en-el-mundo. De ahí que nuestro ser mismo se presente como un ser-en-el-mundo, y de ahí que dicho estar-en-el-mundo nos marque como determinación ontológica y no meramente óntica. Pero se ha estado hablando del estar-en-el-mundo y sin embargo, aunque se tiene una cierta noción implícita y pre-teórica de lo que es ‘mundo’, seguramente valdría tomarse el tiempo de precisarlo con un poco más de detenimiento. Mundo, según debe ser entendido para comprender a fondo la fórmula de ‘estar-en-el-mundo’, tiene un sentido existentivo fundamental que sin embargo no deja de ser bastante intuitivo: mundo es “ ‘aquello en lo que’ ‘vive’ un Dasein fáctico en cuanto tal”. Esta acepción de mundo es plenamente óntica. Mundo es el medio de entes entre los que y con los que –siempre y cuando esto no se piense en términos espaciales sino ontológicos- el Dasein fáctico desarrolla su existencia. Pensándolo desde otra óptica, resulta igualmente correcto entender por mundo aquello que vulgarmente se denomina como realidad, esto es: manifestación real del ser en los entes, pero solamente si en dicha concepción se piensa ya de suyo presente al Dasein. Digámoslo en términos un poco menos laicos: mundo puede ser tomado por la comunidad de lo real, de todo cuanto es; pero esto sólo aplica si se enfatiza que en dicha comunidad compareciente se encuentra inserto esencialmente como ex -istente el Dasein. Mundo o realidad son por tanto en este sentido la diferencia ontológica de la que Heidegger habla en Ser y tiempo puesta en juego, hecha efectiva. El ser humano –o Dasein- es uno de esos entes que reciben su ser del Ser, uno de esos entes que integran dicha comunidad de lo real; pero no es cualquiera de esos entes. En muchos sentidos mantiene una preeminencia con respecto a los otros entes con los que conforma el mundo. Esto se debe a que “El Dasein es un ente que en su ser se comporta comprensoramente respecto de este ser.” Para aquello que nos ocupa, la preeminencia que importa es aquella que se refiere al hecho de que el hombre, a diferencia de todos los demás entes, tiene la capacidad de preguntarse y dar respuesta acerca de su modo de estar-en-el-mundo, y por tanto también del asunto de si este último se manifiesta como un estar-en-casa o no. O lo que es lo mismo: el hombre –exclusivamente entre todos los entes- puede preguntar si está en casa en el ser o no.

martes, 23 de febrero de 2010

Presentación sobre el tiempo sucesivo

Aquí les mando el archivo de lo que presentaré el viernes. La primera parte es introductoria y seguramente la tendré que hacer de nuevo y más desarrollada cuando termine la tesis. No me dio tiempo de poner varias cosas más sobre el tiempo del flujo del pensamiento según Bergson, así que tal vez al final el texto se corte un poco abruptamente. Pero intentaré exponer el viernes esos elementos faltantes.

Archivo-tiemposucesivo 01

Saludos,
Diego

martes, 16 de febrero de 2010

Exposición Bachelard viernes 19 de febrero Amaranto

Después de un intenso conflicto creativo y tratando de seguir una estructura comprometida con mi por así decirlo "ante-proyecto" de tesis seguiré el siguiente esquema.
Capítulo I
la unidad de la conciencia
1.1 El punto de vista desde la fenomenología
1.2 El punto de vista desde la psicología.
Capítulo II
Las diferencias entre la psicologia de Freud y la psicología de Jung según Bachelard.
2.1 psicología onírica (Freud)
2.2 psicología arquetípica (Jung)
Capítulo III
Conclusiones
3.1 fenomenología y poesía.
3.2 posibilidad de la fenomenología como método de investigación en otras artes.
Ahora bien bajo el supuesto de que este esquema este "bien" en la exposición del viernes explicaría el esquema en general y lo segundo que haría es tratar de explicar el primer capítulo, el libro del cual sacare citas es :
La poética de la ensoñación. Gastón Bachelard. FCE. México. 1982

Metafísica y lenguaje. El preguntar metafísico como experiencia escencialmente lingüística

Aquí les mando un pdf con un texto de unas 12 cuartillas que será lo que expondré el próximo viernes 19 de febrero. Se titula Metafísica y lenguaje. El preguntar metafísico como experiencia esencialmente lingüística. Si bien notarán que he dejado un poco de lado la referencia directa de Heidegger a los poetas románticos, principalmente Hölderlin, la idea es hacer una especie de planteamineto general del problema. Lo que he ensayado en este texto es hacer un vínculo que permita transitar de la pregunta por el sentido del ser --esencial hilo conductor dentro de la filosofía heideggeriana-- a una posible resolución --o mejor dicho un posible acercamiento-- desde el preguntar filosófico. Claro está, entendiendo a éste último como una experiencia esencialmente lingüística. El planteamiento básico es reivindicar la problemática metafísica como la tarea esencial de la filosofía y comprender al lenguaje como el horizonte desde el cual se puede hacer frente a la pregunta por el ser. Dicho lo anterior pues leanlo y problematicen desde el texto mismo. Sin lugar a dudas el plateamiento es sólo eso: la dilucidación de la cuestión. Sin embargo, la parte final deja entrever un posible acercamiento que constituye la problemática principal que abordaré en mi tesis.
Para mi exposición prefiero leer el texto e ir comentándolo. De esa manera no sólo creo que adquirirá más orden la exposición, sino que la argumentación adquirirá más rigor y coherencia. Lamentablemente de manera oral no puedo tener la elocuencia que creo el texto escrito puede brindar. Por eso recurro a este método.
Para aquellos que van en el curso de Temas Contemporáneos de Metafísica adjunto el link para descargar el texto en pdf de Los Aportes a la Filosofía de Heidegger.
Saludos

1) Texto de la exposición
http://oscarzaga.files.wordpress.com/2010/02/metafisica-y-lenguaje.pdf

2) Texto Los Aportes a la Filosofía
http://oscarzaga.files.wordpress.com/2010/02/beitrage.pdf

La compasión libre de ascetismo

Hola a todos, les paso el proyecto de tesis de Abraham que se encuentra en esta página

"(Título tentativo)

Proyecto de tesis
Abraham Armando Carrillo González

Índice Tentativo

Introducción
1. La Voluntad
1.1 El hombre como voluntad
1.2 El retorno a Kant (contra la idea de un sujeto meramente formal en la Crítica de la razón pura)
1.3 Del término voluntad como concerniente al hombre, al término Voluntad en sí
2. La Idea como especie
3. La compasión
3.1 Libertad y determinismo
3.2 Compasión y ascetismo (Negación de la voluntad individual para alcanzar la Voluntad en sí)
3.3 Disolución de la relación entre compasión y ascetismo (Redefinición del concepto compasión)
Conclusiones

Sé que antes del libro cuarto de El mundo como voluntad y representación, hay muchos problemas en los que no profundizaré para no desviarme de mi objetivo, de modo que los dos primeros capítulos serán expositivos, para tener los elementos necesarios que me permitan problematizar mi tema. Cuestionaré si Schopenhauer alcanza a definir el término libertad, si la individuación puede ser superada y si el término compasión debe estar ligado al de ascetismo como Schopenhauer afirma. Espero poder mostrar en las conclusiones de mi proyecto, que la compasión no lleva necesariamente al ascetismo, y mediante la crítica a Schopenhauer intentaré redefinir dicho concepto lo mejor posible.
Como mi tema se enfoca al mundo como voluntad y no tanto al mundo como representación, considero necesario pensar al hombre, precisamente, como voluntad, y no como un yo trascendental (con todas las aclaraciones y acotaciones que esto conlleve, dado que en muchos aspectos el yo schopenhauereano es incompatible con el kantiano, por ejemplo, al deshacerse de casi todas las categorías y de la apercepción trascendental, pero en mi tesis no pretendo profundizar en estos temas tan complejos que no me permitirían llegar nunca al libro cuarto). Así, en el primer capítulo de la tesis, quisiera plantear cómo es que el hombre es voluntad, basándome en el libro segundo de El mundo como voluntad y representación (ambos tomos), voluntad que será negada, según Schopenhauer, con el ascetismo. En el tercer capítulo, pretendo entrar de lleno a los temas mencionados en el primer párrafo, una vez que tenga todos los elementos teóricos que me permitan llegar hasta allí.
El problema de la sobrepoblación es un problema ético (que por supuesto, se relaciona con muchas otras áreas del saber humano, como la tecnología que ha permitido el incremento de la población, la política, la filosofía de la ciencia, la psicología, entre otras). Para poder ocuparse de este problema, me resulta conveniente analizar cómo se ha enfrentado en el pasado y cómo funcionaban las respuestas a dicha problemática, por supuesto, hay que analizar por qué hoy en día esas respuestas no son suficientes para resolver el problema. El estudio de Schopenhauer me ha permitido analizar de una sola vez, las respuestas de la antigüedad concernientes a un único tema: el control de la población. Este control se ha dado, con sus respectivas variantes, mediante el ascetismo (no por ello pensemos que para los antiguos el ascetismo era un medio y no un fin) en diversas culturas. Antes de poder dar una respuesta a una problemática, hay que tener presentes, en la medida de lo posible, todas las opciones, luego analizarlas para saber cuál o cuáles nos sirven, al menos para comprender por qué fueron tan efectivas respuestas en otros tiempos y qué ha cambiado para que éstas no funcionen como antes.
El ascetismo, en la antigüedad, fue una gran respuesta al control de la población (aunque ello no quiere decir que haya sido la mejor forma de enfrentar el problema), tanto por su efectividad y profundidad, como por el tiempo que éste ha perdurado con el paso del tiempo y por su difusión y maleabilidad para congeniar con ideologías tan diversas como el cristianismo y diversas corrientes del hinduismo, sin embargo, por la grandeza del tema, me llevaría toda la vida analizarlo, debería estudiar diversas carreras (al menos filosofía, psicología, historia y teología) para comprender las variantes del pensamiento asceta; no es mi plan dedicar mi vida al estudio del ascetismo, pero aunque lo fuese, comenzar con Schopenhauer me parecería una buena idea.
Presento aquí solamente algunos avances para guiarme en mi camino, y para empezar a trabajar en los errores que pudiera haber en el escrito. Pero basta de introducción, y comencemos con la exposición del tema.
He tratado de delimitar mi tesis, pero siendo tan estrecha la relación entre ontología y ética, siendo que, incluso se rehace la ontología desde la ética, y sin la cual, dicha ontología no podría comprenderse ni verse de forma completa, he decidido enfocarme en tres temas que creo, tendré que tocar forzosamente en mayor o menor medida, durante el estudio de la ética: a) la compasión (que consiste, en la única afirmación de la vida no egoísta, según Schopenhauer) , b) la libertad (que permite, una vez roto el principio de individuación, negar a la voluntad. Un estudio de la ontología schopenhauereana, sin el análisis de la ética, afirmaría, sin más, un determinismo que permea la obra de Schopenhauer desde su tesis doctoral, de modo que no hay forma de llegar a la libertad del Ser si no es mediante la ética), y trataré finalmente, c) el ascetismo, una vez trabajada indirectamente la teoría de la afirmación y la negación de la voluntad de vivir. Pretendo cerrar mi estudio de la ética mostrando que el ascetismo es una forma de romper con la subjetividad no solamente de forma teórica, sino también práctica al atacar igualmente la individualidad, pues en el fondo, para Schopenhauer, el pensamiento es parte del cuerpo, no contrario a él, y no puede superarse lo primero sin ocuparse de lo segundo. Con mi análisis espero mostrar que la negación de la voluntad es un intento por acabar con la individualidad. De aquí, parten principalmente dos interpretaciones muy distintas entre sí, pero que encuentran su correlación en algunos pasajes de la obra schopenhauereana, y que incluso, pueden considerarse como dos momentos de una misma teoría: la negación y la afirmación de la voluntad de vivir. En Schopenhauer la negación no es absoluta, de modo que negar la individualidad significa, en realidad, afirmar el en sí. El que intente mostrar esto, por supuesto, no demuestra que Schopenhauer haya acabado con la individuación ni que haya alcanzado el en sí (de hecho, este intento va en contra de lo que él mismo dijo que haría, pues si algo critica a Hegel es la pretensión por el absoluto); en efecto, Schopenhauer cumple su palabra al hablar de una negación relativa, pero es tramposo en tanto que niega al ser relativo, y al suceder esto, ciertos pasajes muestran una comunión entre el en sí y el asceta. Lo que el ascetismo intenta negar es la manifestación individual de la voluntad, que se afirma de forma egoísta en el individuo. Al menos en una de sus posibilidades la ética schopenhauereana, deja la puerta abierta a la afirmación de la vida, pero la vida de la especie, por ello considero importante exponer de qué manera concibe Schopenhauer a la Idea como especie. Otra interpretación posible, negaría esto, pues algunos pasajes en el libro cuarto son contradictorios, o lo que se dice ahí contradice a muchas de las tesis que se afirmaron en los libros anteriores, pues ¿cómo podría afirmarse la especie mediante el ascetismo que acaba con el individuo si le prohíbe justamente la reproducción? Ahora bien, si el ascetismo pretende acabar no solamente con la manifestación individual, sino que busca acabar con el en sí, entonces ¿Schopenhauer persigue la quimera del absoluto que él mismo admitió como imposible?
Considero, pues, que más allá de lo mucho que puede aprenderse de la teoría schopenhauereana, el término ascetismo es muy conflictivo, aunque es muy importante el señalamiento de que en el proceso epistémico, ontológico y estético, los aspectos volitivos juegan un gran papel y en esto es un gran innovador Schopenhauer, pues la conciencia no puede permanecer indiferente al cuerpo del cual él mismo es sólo una parte y no el todo (pues es producto de procesos cerebrales). Si bien, considero que el ascetismo no se sostiene, sí se puede pensar que tanto un aquietamiento como una exaltación de las pasiones son importantes para la filosofía.
En cuanto al problema de la libertad, tampoco se llega a una respuesta satisfactoria, pues el motivo al ser una forma del principio de razón, determina al individuo tanto como las otras formas del principio de razón, y el motivo busca siempre la afirmación de la vida. Para negar la vida, entonces, es necesaria la libertad, pero si esa vida niega solamente al individuo, la libertad que se obtiene es meramente trascendente, perteneciente al mundo de la voluntad donde no se puede decir nada con certeza. Si, por el contrario, la libertad conduce necesariamente a la negación, ¿qué clase de libertad es esta al tomar un único camino de necesidad sin distintas posibilidades?
Tanto el concepto de ascetismo como el de libertad resultan muy conflictivos en Schopenhauer, sin embargo, no por ello la compasión resulta insostenible si se logra separarlo de aquéllos. La compasión, al ser lo que permite la caridad y, al ser más y más caritativos, impidiendo arrebatar, por ejemplo, la vida al animal para comerlo, y en fin, al ofrecer todo, rechazando cualquier satisfacción de la voluntad propia, se convierte en ascetismo según Schopenhauer. Pero hay otra definición del concepto compasión mucho menos conflictiva. Aceptando que la negación es siempre relativa, la negación de la individualidad es en realidad, afirmación de lo otro, pero también se puede pensar a la compasión siempre como afirmación. Para lograr esto, espero poder mostrar que la compasión se manifiesta en la naturaleza no como ascetismo, sino como instinto materno, y me refiero a lo siguiente:
En la compasión está el secreto de la procreación, y con ello la supervivencia de las especies. ¿Qué sería de las crías, de las especies mismas sin el instinto materno?, el instinto sexual es el instinto de la especie y es vital para su supervivencia, pero considero, además que el instinto materno es un refuerzo con gran éxito en la historia evolutiva de las especies.
Por supuesto, no es el único factor relacionado con la reproducción y la supervivencia de la descendencia, y con ello de la especie misma. Después del instinto sexual, el instinto más íntimo y más fuerte que existe, es el instinto materno (hablando de los instintos relacionados con la especie y no con el individuo).
Una vez lograda la descendencia, se sustituye la relación sexual con la pareja por la relación maternal con los hijos, y es una relación mucho más duradera, pues una pareja puede ser reemplazada pero un hijo jamás. La cercanía y la fuerza de ambos instintos, hace que muchas veces se confundan, provocando serios problemas psicológicos de los que hablará tanto Freud. El que, psicológicamente, las figuras familiares (sean de los padres a los hijos o de los hijos a los padres) tengan tanta importancia en la vida psíquica del individuo, se debe, creo yo, más al instinto materno que al instinto sexual. Pero ¿a qué viene todo esto? En el instinto materno se rompe el egoísmo y la madre es capaz de sentir el dolor ajeno a flor de piel, también, es capaz de hacer cualquier cosa por lograr la supervivencia de los hijos.
Mi tesis afirma que esa caridad que se puede encontrar en la naturaleza, ayuda a las especies a sobrevivir, sin que, por ello, tengamos que hacer una ley universal de ello, porque, por supuesto, los seres no son caritativos ni compasivos en todos los casos, sino cuando esto les ayuda a sobrevivir como especies no como individuos.
La caridad no comienza siendo algo para la comunidad o para un desconocido, la caridad nace sobre todo para con los hijos, porque, no podría haber caridad ni compasión en la sociedad si los padres devoran a los hijos, de hecho, el primer acto caritativo donde se niega la individualidad, no se da al trabajar por los hijos, ni siquiera al dar la vida por ellos de ser necesario, sino negando la posibilidad, por ejemplo, de acabar con ellos para saciar el hambre propia. Esta caridad, se hace más fuerte en los mamíferos, que, biológicamente, están diseñados no sólo para no comerse a los hijos, sino para permitir que ellos se alimenten de su madre.
Por ello digo instinto materno y no paterno, porque por lo general se da en las madres más que en los padres en el reino animal, esto no quiere decir que los machos de las especies sean unos despiadados, ni que las hembras sean unas santas. Tampoco está este instinto materno en todos los seres vivos, por ejemplo, no es necesario en muchos reptiles y que ponen huevos y no mantienen ningún tipo de relación con las crías cuando éstas nacen. Sin embargo, las aves sí se ocupan de sus crías, pero un ejemplo mucho más interesante, lo encontramos al analizar a los cocodrilos, donde solamente la madre guarda una relación con las crías, y las protege de los depredadores, y las traslada de un lugar a otro con su hocico, este instinto resulta tan natural en las crías, que éstas no temen a su madre, por más que ella sea un depredador feroz. Apreciamos (retornando al caso de las aves), que esta confianza por parte de las crías hacía sus madres, no se trata de algo aprendido o algo que se gane con el tiempo, y, considerando que muchas veces lo desconocido es causa de miedo, deduzco aquí, que para las crías ese instinto materno es conocido para ellos, es natural, digo pues, que ese instinto es heredado a los hijos tanto como heredan las alas o el pico, y que no es algo aprendido socialmente, pues, los polluelos al nacer, confían y siguen incondicionalmente al primer ser que ven, pues ese ser tendría que ser su madre, que los protegerá, alimentará y enseñará a sobrevivir incondicionadamente.
Regresando al caso de los cocodrilos, los machos, al no saber cuáles son sus crías, las devoran sin más de tener oportunidad de hacerlo, por lo que, si no fuese por el instinto materno de las hembras, los cocodrilos mismos acabarían con su propia especie.
En los leones, por ejemplo, éstos no se comportan agresivos contra sus propios hijos, se puede decir hasta cierto punto, que esta compasión es social, pues las crías de varías hembras (que son familiares entre ellas, sean hermanas, tías, madres, etc.) son cuidadas entre varias, mientras que el león macho se mantiene manso frente a sus propias crías, pero se comporta agresivo con las crías de otros machos (por ejemplo, cuando un macho llega a un territorio y logra vencer al león que gobernaba ahí, y lo mata junto con toda su descendencia para poder gobernar y heredar el trono a los suyos).
En otras especies, los machos guardan una relación mucho más cercana con las crías, como es el caso de los caballitos de mar, y como es el caso de nosotros mismos, los seres humanos.
Creo, pues, que todo esto que es fisiológico, ha tenido repercusiones en la ideología desde tiempos lejanos, por ejemplo, en las mitologías griega y romana, que acabaron por fundirse en el caso de los dioses Saturno y Cronos, quienes son despiadados con sus propios hijos al temer que estos les quiten el poder (nótese que es el mismo miedo el que siente el padre de Edipo, y esta última historia se encuentra ya narrada mitológicamente, en Sófocles, que la trae de un ámbito divino a uno humano). ¿Por qué el Dios padre es el que devora a los hijos y no la Diosa madre?, yo diría que esto es así a causa del instinto materno, que es precisamente, de naturaleza femenina; en algunas especies, al carecer los machos de dicho instinto, manifiestan literalmente esta crueldad hacia los hijos como ya se dijo más arriba, sin embargo, no sé de ninguna especie en la que la madre devore a sus propios hijos o atente contra ellos (pues dicha especie sería muy vulnerable y se extinguiría naturalmente), e incluso, las hembras, tienen gran capacidad de compasión y de maternidad para seres extraños, no solamente para los seres más cercanos.
El que la relación maternal sea recíproca entre la madre y los hijos, se aprecia, de igual manera, en el hecho de que, en los insectos, y en el caso específico de las hormigas una colonia sería capaz de devorar a la madre reina, si no fuese por este instinto de unión que permite la cooperación de la sociedad, que con ello, consigue atacar todo lo externo y no a la colonia.
Aparentemente, la relación de un ser compasivo con otro, sería de superioridad frente a inferioridad, esto sería así de no ser una relación recíproca, pues en realidad, al proteger al otro, uno se protege a sí mismo, pues la sociedad en muchas especies garantiza la supervivencia de muchos que no podrían hacerlo solos, aunque cada cual tenga distintos roles en ella.
De no ser por este instinto, seríamos como las especies cuyos integrantes, abandonan a sus crías mucho antes de que estas nazcan, y los padres tienen una relación literalmente fugaz entre sí; dichos individuos sólo tienen contacto entre ellos al aparearse.
Los reptiles, por su parte, no tienen en su mayoría, un contacto directo con sus crías, de modo que no puede hacer ningún tipo de aprendizaje entre padres e hijos, y no tienen ninguna necesidad de desarrollar un lenguaje. Los insectos, estarían en el otro extremo, muchos de ellos viven en sociedad, e incluso reconocen ciertos patrones (por ejemplo, me refiero al baile con el que se comunican las abejas), sin embargo, su tamaño y su estructura anatómica impiden el crecimiento del cerebro.
De entre todos los seres vivos, la mayor posibilidad del surgimiento de la conciencia, la tenían los mamíferos, al tener todos ellos sin excepción, un contacto directo entre padres e hijos, permitiendo así el surgimiento de la cultura, y a su vez, teniendo la fisionomía que permitiese el pleno desarrollo del cerebro.
Por supuesto, hay que tener muy en cuenta lo que se intenta explicar, y cuáles son los límites de esta explicación.
No pretendo aquí, por ejemplo, explicar el surgimiento de la racionalidad humana, dado que en muchos animales (incluidos todos los mamíferos) existe una relación entre padres e hijos, en efecto, considero al instinto materno un factor importante de la vida en comunidad, sin embargo, todavía no me queda claro cuál es el factor determinante para el surgimiento del pensamiento, y considero, además, que ninguna teoría (sea científica, filosófica o teológica) hasta la fecha, logra explicar este misterio.
Tampoco pretendo con mi explicación, volver más fuerte la teoría edípica freudiana, que afirma un gran influjo por parte de la familia, en la vida psíquica de las personas, dejando de lado, la importancia de los procesos históricos en los que se encuentran insertos los miembros de una sociedad, pues, si bien, es cierto que el primer contacto de los individuos con otros individuos, se da en la familia, también es cierto que todo individuo en una especie está inmerso en un proceso histórico evolutivo fisiológico, pero además, en el caso del hombre, los individuos se encuentran en proceso histórico del pensamiento, del lenguaje, del concepto.
Lo que sí puede hacerse, y de hecho, ha sucedido desde la antigüedad, es concebir a la sociedad y por supuesto, a la historia de la sociedad, como un proceso familiar; así, por ejemplo en los egipcios, el faraón es literalmente hijo del dios, e incluso, fue creado antes que todo lo demás, en los griegos, dioses y semidioses pueden tener descendencia con los mortales, y en el cristianismo Jesús, un mortal, conserva la huella divina al ser su hijo.


Bibliografía tentativa

ARAMAYO, Roberto, Para leer a Schopenhauer, Madrid, Alianza Editorial, 2001
SAFRANSKI, Rüdiger, Schopenhauer y los años salvajes de la filosofía, versión de José Planells Puchades, Madrid, Alianza Editorial, 1998
SCHOPENHAUER, Arthur, El amor, las mujeres y la muerte, traducción de A. López White, México, ediciones Coyoacán, 2006
-------------------------- El mundo como voluntad y representación, tomo I y II, introducción, traducción y notas de Pilar López de Santa María Delgado, Madrid, Trotta
-------------------------- El mundo como voluntad y representación, tomo I y II, edición y traducción de Roberto R. Aramayo, Madrid, FCE, 2005
-------------------------- La cuádruple raíz del principio de razón suficiente, traducción de Eduardo Ovejero y Maury, Madrid, Librera los Libros, 1911, edición digital
-------------------------- Metafísica de las costumbres, edición de Roberto R. Aramayo, Madrid, Trotta, 2001 "

lunes, 8 de febrero de 2010

Exposición del idealismo transcendental de Kant

Hola a todos,

Les envío los vínculos mediante los cuales pueden acceder al trabajo que escribí y que expondré el viernes. Les comento que el trabajo consiste en analizar qué interpretación realiza Schopenhauer del idealismo transcendental de Kant tomando como base dos interpretaciones contemporáneas de la filosofía anglosajona: Strawson y Allison. Por ello, sólo lean el trabajo y espero sus observaciones.



sábado, 6 de febrero de 2010

Calendario de exposiciones 2010-2

Hola, que tal estimados colegas. Bueno, apenas ayer viernes se reanudó el Seminario de tesis 2 impartido por Ricardo Horneffer. Nuestro querido maestro tuvó un compromiso y partió muy pronto, sin embargo, nos encomendó antes de marcharse, organizar un calendario con las exposiciones para este semestre, nos pidió que para cada sesión hubiera dos expositores. El calendario que acordamos entre todos los que asistimos es el siguiente:
Viernes 12 de febrero
  1. Bertín
  2. Judit( ¿esta bien escrito así o es con "h" al final?)
  3. Abraham Carrillo
Nota: Al Seminario se ha unido otro colega, Abraham Carrillo González. Mi buen tocayo nos introducirá en su proyecto de tesis el próximo viernes, por ello únicamente este día habrá tres expositores.
... 19 de febrero
  1. Oscar
  2. Amaranto

... 26 de febrero

  1. Diego
  2. Carlos

... 5 de marzo

  1. Osman
  2. Abraham Gorostieta

...12 de marzo

  1. Alberto
  2. David

...19 de marzo

  1. Adán
  2. Aramis

Es importante comentarles que Ricardo dijó que las exposiciones pueden ser del avance que enviamos en enero o también de nuevos agregados a ese primer avance. Si

No olviden subir su trabajo al blog algunos días antes de su exposición para poder leerlos, comentarlos y discutirlos.

Nota: Si alguien falta de día para exponer, le engargó lo comente en clase.

Un buen abrazo a todos.

Abraham Gorostieta