jueves, 3 de septiembre de 2009

Tesis: El papel de las ideas platónicas en la filosofía de Schopenhauer

Esteban Manuel Govea García
Tesis: El papel de las ideas platónicas en la filosofía de Schopenhauer
He de confesar que no tenía pensado subir nada sobre mi tesis hasta que no la tuviera más estructurada. De aquí se infiere que lo que presento en esta ocasión no es más que un esbozo demasiado vago de lo que será –o podría llegar a ser- mi tesis.
El tema que he escogido es el papel que juegan las ideas platónicas al interior del sistema de Schopenhauer. La razón de semejante elección de tesis es meramente arbitraria y sólo responde a una suerte de fascinación que provocó en mí el concepto de idea por su relevancia metafísica y estética, relevancia que espero poner de manifiesto hacia el final de la tesis.
En primer término se analizaría la articulación interna del sistema schopenhaueriano a grandes rasgos, señalando en especial el papel que ocupan las ideas platónicas. Se verá que estas son una suerte de mediador entre la voluntad como cosa en sí y la representación como objetivación de la misma. Entendidas como arquetipos que son a la vez “la objetivación adecuada de la voluntad”, las ideas constituirán una especie de repertorio de las formas en que la voluntad entra al juego que se impone a sí misma, como principio irracional que es. Dicho juego consiste en la lucha que encarnan las ideas en el campo de batalla del espacio y del tiempo que son, como en Kant, las formas puras de la representación del sujeto. Las ideas mismas, no obstante, como reitera continuamente Schopenhauer, están exentas del principio de razón, por lo que no se reducen a los conceptos discursivos ni pueden ser explicadas por medio de ningún fundamento ulterior dentro del mundo fenoménico.
De las propiedades enunciadas de las ideas se inferirá que éstas responden también a una suerte de concepto límite del mundo fenoménico. Luego veremos que, puesto que pueden ser aprehendidas por el tipo peculiar de conocimiento que supone el arte para Schopenhauer, constituyen una especie de puente que lleva al hombre a enterarse de la voluntad. Sin embargo este mecanismo por el cual el hombre, mediante el arte, es capaz de captar las ideas, no queda del todo claro en una primera lectura de El mundo como voluntad y representación, por lo que se precisará de un tratamiento aclaratorio del mismo con miras a comprender más íntimamente la esfera estética del discurso de Schopenhauer.
Sólo comprendiendo esta dimensión estética es que podemos dar cuenta del papel de las ideas en tanto que son conocidas por el ser humano, haciendo patente o, cuando menos, provocando la sospecha de la voluntad, que se presenta con toda la fuerza del absurdo en tanto que sale de la jurisdicción del principio de razón humano.
Con esto podremos concluir que el arte desemboca, tras pasar por las ideas, en la certeza de la voluntad ciega y absurda, con lo que la razón humana se topa con su límite infranqueable, haciendo patente, por otra parte, el sentimiento trágico de la existencia.

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