viernes, 21 de agosto de 2009

Proyecto de tesis - Arturo Peña

La historia es el espíritu absoluto conociéndose. La necesidad de reconocimiento lo lleva a negarse a sí mismo para engendrar algo que lo refleje, desvelando a su paso toda una serie de relaciones mutuas entre éste y su alter ego. Así comienza la dialéctica que plantea Hegel en su Fenomenología del espíritu.

Si es el espíritu mismo el que se escinde, por necesidad la vida habrá de ser elección o, al menos, el reflejo de un movimiento imperceptible. En una verdadera elección (con conciencia de por medio) lo no elegido debe ser negado. Aunque lo anterior parezca redundante, lo no elegido puede ser simplemente ignorado. En la dialéctica hegeliana, lo no elegido no debe quedar inalterado o desapercibido; debe ser tomado en cuenta, contrapuesto a lo elegido y rechazado en cada acción ulterior. Aquí pueden apreciarse rastros de violencia: primero contra lo propio para reconocer y relacionarse con la otredad, y luego contra esa otredad para reafirmar lo propio. La apuesta hegeliana (o una de ellas) pretende que haya un reconocimiento de la raíz común que subyace en los extremos de la dialéctica para finalmente superar las diferencias. Pero ¿cómo deben interpretarse los momentos históricos de radical subversión? ¿Será cierto que por fin el espíritu ha terminado de conocerse a sí mismo y el individuo, por cuyas manos y mente fluyó el contenido de las manifestaciones espirituales, terminó confundiéndose y usurpando un lugar privilegiado? Es el riesgo de superar las diferencias: que pronto viene el olvido y el ensimismamiento. Y si espíritu e individuo dejan de violentarse, entonces ya no hay nada que cimbre, que acabe con el letargo, que haga recordar la otredad (llámese espíritu, comunidad o ambas).

Existen al menos dos formas en las que el reconocimiento puede verse suprimido: la obstinación y la indiferencia. Históricamente podrían ser ubicadas bajo diversas etapas de totalitarismo y nihilismo respectivamente (por mencionar algunas a modo de ejemplo). Para Hegel, la falta o el exceso de flexibilidad son indeseables en igual medida. Entonces ¿podría seguirse sosteniendo la idea de un diálogo armónico ante la evidencia de momentos por demás extremistas? No debe perderse de vista que fue el espíritu el que constantemente se mostraba inesencial. Esto posibilitó que el sujeto moderno se sintiera con la suficiente autoridad para hacerse cargo de sí mismo. Y hacerse cargo de uno mismo, en el sentido peyorativo que la modernidad le ha dado a la individualidad, no es sino decidir de manera excluyente (ignorando lo otro). Pero ¿por qué identificar inmediatamente la ausencia con el abandono? ¿Por qué no interpretarla como una provocación latente? ¿Acaso no podría tratarse de un intento más del espíritu de conocerse bajo nuevas formas? ¿No hay una diferencia abismal entre un espíritu que se muestra inesencial y uno que sencillamente no se muestra?

La tentativa de trabajo que ahora esbozo tiene el cometido de analizar las críticas que haya contra el sistema hegeliano, en especial contra el momento cúspide de la superación de las diferencias (reconciliación). Me centraré en una posible sobrreinterpretación de los sucesos históricos por parte de Hegel, misma que pudo haber llevado a cabo con el fin de cumplir las exigencias de abstracción de la historia filosófica (a diferencia de la historia inmediata y la historia reflexiva que no la exigen en tal magnitud).

Bibliografía leída:

G. Bataille, Escritos sobre Hegel, tr. Isidro Herrera, Madrid, Arena, 2005.
G.W.F. Hegel, Fenomenología del espíritu, tr. Wenceslao Roces, México, FCE, 2008.
M. Heidegger, Hegel, tr. Dina V. Picotti, Buenos Aires, Prometeo, 2007.
J. Hyppolite, Génesis y estructura de la Fenomenología del espíritu de Hegel,
tr. Francisco Fernández, Barcelona, Península, 1974.

Bibliografía por leer (agradecería mucho las recomendaciones de libros sobre Hegel y de libros contra Hegel):

E. Dussel, Método para una filosofía de la liberación. Superación analéctica de la dialéctica
hegeliana
, México, Universidad de Guadalajara, 1991.
L. Feuerbach, Aportes para la crítica de Hegel, tr. Alfredo Llanos, Buenos Aires, La pleyada,
1974.
G.W.F. Hegel, Introducción a la historia de la filosofía, tr. Eloy Terron, Buenos Aires, Aguilar,
1973.
----, La razón en la historia, tr. Armando Gómez, Madrid, Seminarios y ediciones, 1972.
----, Lecciones sobre la filosofía de la historia universal, tr. José Gaos, Madrid, Tecnos, 2005.

No hay comentarios:

Publicar un comentario