jueves, 20 de agosto de 2009

Yo tampoco encontré la manera de adjuntar el archivo. Abrí un grupo en yahoo, donde es más sencillo adjuntar los archivos y ahí subí el mío, de cualquier manera aquí pongo el mismo trabajo. Si les parece conveniente podemos usar el grupo en yahoo. Se llama "seminario tesis horneffer". Un saludo.

Tema de Tesis

El objetivo central de mis tesis es el de argumentar en contra del dogmatismo. Para esto he de delimitar qué entiendo por dogmatismo o por comportamiento dogmático y exponer los argumentos de Stuart Mill a favor de la libertad de expresión que aparecen en On Liberty. Dichos argumentos serán la base argumentativa principal en contra del dogmatismo.
Por dogmático entiendo infalibilidad, esto es, aquello que se sostiene de una manera dogmática es lo mismo que aquello de lo que no se duda; algo que se cree que es infalible y que por tanto no está sujeto a crítica ni a ningún tipo de cambio. Si se tiene una creencia la cual es considerada como perfecta, que no puede estar equivocada, no hay razón por la cuál ponerla en contraste o cuestionarla de manera alguna.

Si nos asumimos como falibles, viz, si no somos dogmáticos, obtenemos ciertos beneficios que Stuart Mill señala. Es por esto que no hay que mantenernos dogmáticos, si pensamos que podemos estar equivocados y admitimos las opiniones de los demás, automáticamente obtenemos beneficios.

Las razones por las cuales, según Mill, se debe de respetar la libertad de pensamiento y de expresión y por la que pienso que no debemos ser dogmáticos son las siguientes: Una primera es que si no permitimos el libre pensamiento nos podemos estar haciendo daño, ya que estamos callando una opinión verdadera. La segunda es que la opinión ajena no sea verdadera, pero en el caso de ser falsa, esa opinión reforzaría y haría mejor a la nuestra. Una tercera, que parece ser muy común, es que exista un poco de verdad y algo de falsedad en las opiniones, al tener un poco de cada una de las dos anteriores este caso nos da las ventajas de las dos primeras opciones.

En primer lugar, no debemos callar la expresión de los demás, pues ésta puede ser verdadera. Según Mill, no podemos suponer nuestra absoluta infalibilidad, esto es, no podemos estar completamente seguros de que nosotros mismos tenemos o hemos llegado a la verdad absoluta. Ya que no se puede tener la certeza absoluta de que la opinión de los otros es errónea y tampoco de que la nuestra es totalmente correcta, no podemos impedir que los demás se expresen ya que puede ser que tengan la verdad y que nosotros estemos en un error.

Si tenemos el derecho de refutar lo que alguien más opina, entonces también podemos ser refutados. No podemos impedir la expresión de los otros porque esto provoca que abramos la posibilidad de que se nos impida expresarnos.

Ya que no se puede asumir infalibilidad, no se debe de callar la opinión ajena, pues puede que sea verdadera. Cuando una mayoría calla a un individuo, dicha mayoría está cometiendo algo tan injusto como si una sola persona calla a una mayoría sólo por que puede hacerlo. Podemos asumirnos falibles ya que muchas de las cosas que creemos actualmente no se creían antes, lo que ahora se toma como verdad en otros tiempos pudo haber parecido no sólo falso, sino hasta absurdo.

Ahora bien, cuando se calla una opinión falsa, como es el segundo caso, también se genera un perjuicio. Al comparar nuestra opinión con la falsa podemos mejorar nuestro pensamiento. Es decir, al contrastar lo que pensamos con lo que los demás piensan hacemos nos mejoramos, para comprender los fundamentos de la propia opinión debemos de poder explicarlos y al discutir con alguien más, es justo lo que hacemos. Puede ser el caso que el otro no tenga la razón y que nuestra opinión sea verdadera, pero al explicarle nuestros argumentos es como entendemos por completo nuestra propia opinión. Si oponemos nuestra posición contra una falsa, hacemos mejor y más fuerte la propia.

Además, dice Mill, se podría considerar como un daño intelectual dejar a los demás en la ignorancia, si no hay discusión las personas que no habían hallado la verdad se quedarían igual. La discusión beneficia a ambas partes, por un lado, el que tenía la verdad refuerza su opinión y al explicarla la comprende mejor y el que no la tenía deja de estar en la ignorancia, pues ahora conoce la verdad.

La discusión y la contra argumentación mantienen a las personas activas, es necesario estar analizando las opiniones para que se mantengan vigentes y correctas, “The fatal tendency of mankind to leave off thinking about a thing when it is no longer doubtful, is the cause of half of their errors”. [La fatal tendencia de la humanidad a dejar de pensar sobre aquello que ya no parece dudoso, es la causa de la mitad de sus errores].

En la tercera opción, cuando hay algo de verdad y de falsedad en las opiniones, en este caso la libertad de expresión ofrece las ventajas tanto del primer caso, cuando la opinión ajena es verdadera, como del segundo, cuando es falsa. En una discusión, como pasa frecuentemente, cada una de las partes tiene algo de verdad en su opinión. Suele ocurrir que cuando hay doctrinas en conflicto cada una tiene razón en algunos puntos.

Con la discusión se pueden aclarar los puntos y construir una mejor doctrina que retome los aciertos de ambas posturas. Al omitir lo que el otro piensa nos privamos de la verdad que tiene y viceversa, las cosas falsas que el otro piensa nos ayudan a mejorar nuestros argumentos sobre las verdades que pensamos. La discusión debe de tomar en cuenta, dada la falibilidad, que existen errores y que por eso es que se discute.

since the general or prevailing opinion on any subject is rarely or never the whole truth, it is only by the collision of adverse opinions that the remainder of the truth has any chance of being supplied. [dado que la opinión general o prevaleciente sobre cualquier tema raramente o nunca es toda la verdad, es sólo por la colisión de opiniones adversas que el remanente de la verdad tiene alguna probabilidad de ser reconocido.]

En conclusión, son tres, en mi interpretación, las razones a favor de la libertad de expresión y en contra del dogmatismo. Debemos de asumirnos como falibles pues puede ser que estemos equivocados y al escuchar a los demás dejemos de estarlo; que mejoremos nuestros argumentos al ponerlos en contraste con uno erróneo y la tercera opción, que no estemos en todo equivocados ni acertados y obtengamos los beneficios de los dos casos anteriores.

Bibliografía:
Mill, John Stuart, Autobiografía, trad. Carlos Mellizo, Alianza, Madrid, España, 2008. [Aún no he terminado este libro, no pienso enfocarme en la vida de Mill]
-------, Sobre la libertad, trad. Pablo de Azcárate, Alianza, Madrid, España, 2005. [Ya leí esta versión en español, pienso apoyarme en ella si hago mis propias traducciones]
-------, Utilitarismo, trad. Esperanza Guisán, Alianza, Madrid, España, 2002. [Este libro está en la misma situación que Sobre la libertad]
-------, The Basic writings of Jonh Stuart Mill (On liberty, The subjection of women & Utilitarism), Modern Library, N.Y., United States of America, 2002. [He leído sólo fragmentos de estas obras, a excepción de The subjection of women, el cual no he leído]
Reeves, Richard, Jonh Stuart Mill Victorian Firebrand, Atlantic Books, London, Great Britain, 2008. [Aún no he leído este libro]


[Pienso apoyarme en las interpretaciones de algunos comentaristas como Copleston, Reale y Antiseri y Bertrand Russel, pero mi intención es centrarme en las obra On Liberty]



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